Obsesionados por la moda. ¡Y de que manera!. Menudos ojazos.
Siempre pensando en lo mismo, pero es que los encantos del maniquí "saltan" a la vista.
No hay viandante que pase por alto tal provocación, o se pierda en las curvas de su figura, ante la preocupación por sufrir una grave cogida. Viendo los astifinos pechos de la modelo capaces de atravesar una manta zamorana, o dos camisetas como es el caso.
En esta calle parece haber una competición por el escaparate más sexy (véase foto "Lencería Fina").
Uno no es de piedra, así que no podemos pasar por alto estos detalles.